lunes, 20 de mayo de 2013

... con Isabel Sánchez García, Bibliotecaria en los Bibliobuses de la Comunidad de Madrid.

Isabel Sánchez García
Por cortesía de RecBib, que lo publicó en su Sección  "24 horas con..."

Estudié Prehistoria y posteriormente me formé en Documentación realizando: el Máster de Información y Documentación de la Universidad Carlos III, Máster en Documentación Digital de la Universidad Pompeu i Fabra, el Máster en Comunicación Digital de la Universitat de Les Illes Balears y diferentes cursos de postgrado. Llevo trabajando cerca de 20 años, comencé siendo responsable de Centros de Documentación de entidades no lucrativas y fundaciones y luego, también como responsable del centro de documentación, trabajé 11 años en una empresa de estudios de mercado. En los últimos años he trabajado como bibliotecaria en el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid y actualmente en los Bibliobuses de la Comunidad de Madrid.
Un día tipo de mi actividad profesional transcurre así:
6:50. Suena el despertador.
7:00. Ducha.
7:10. Desayuno.
7:20. Despierto a mi hija y recojo un poco, salimos para dejarla en la ruta escolar.
7:55-8:30. Practicando con el piano.
8:30. Sesión de ordenador. Puesta al día de correos, noticias, alertas… Cuelgo algunas noticias en la página de Facebook que administro.
9:15. Toca calentar la comida y meterla en el termo.
9:30. Salgo para el trabajo, mientras voy en los medios de transporte aprovecho para leer un artículo sobre nuestra profesión, para ponerme al día. Son 20 minutos de trayecto y no da tiempo para mucho.
9:50. Llego a la base de bibiobuses de la Comunidad de Madrid que alberga 13 bibliobuses, 1 depósito de libros y oficinas.
Me dirijo a mi bibliobús a recoger un carrito con libros, que el día anterior he seleccionado, para retirarlos del bibliobús y colocarlos en el depósito. Así estarán disponibles para cualquiera de mis compañeros que los precisen.
10:10. Termino de colocar los libros en el depósito, me dirijo a las baldas específicas de mi bibliobús ubicadas dentro del depósito de libros, donde mis compañeras han colocado las últimas adquisiciones tras añadirlas a la base de datos.
Selecciono los que pueden interesar a mis usuarios del día de hoy: cada uno tiene sus preferencias de lectura y, después de tanto tiempo, conozco sus necesidades y lo que me van a solicitar.
Las paradas de hoy atienden un jardín de infancia, un colegio y también a adultos. Selecciono los documentos en función de mis usuarios: abundancia de literatura infantil y juvenil, libros de astronomía, novela negra y novela histórica… temas que interesan a los usuarios de estas paradas.
Es lo que tiene tener un contacto tan directo con los usuarios, que conocemos sus gustos, así que les servimos lo que puede ser adecuado para sus intereses.
10:20. Consulto la agenda, donde apuntamos las demandas de libros para el día de hoy que, previamente en otras visitas, nos han encargado.
El bibliobús, por espacio, no puede contener muchos fondos (4.000 documentos máximo), pero en las oficinas centrales, contamos con un depósito bastante grandes de documentos (195.000 volúmenes), del que nos abastecemos para recoger lo que nos solicitan nuestros usuarios.
Busco las peticiones y en la base de datos cambio su localización: pasan del depósito a mi bibliobús.
Imprimo dos carnets que han perdido los usuarios.
Me adelanto a las peticiones pendientes para el día siguiente y las voy buscando.
11:20. Subo al bibliobús para dirigirme a mi primera parada.
12:00-13:30. Llegamos a Villamanta, pasamos por la puerta de la casita de niños. Los
peques están en el recreo en el patio, nos ven y saludan desde la valla gritando bibliobús, bibliobús; son niños de hasta 3 años.
Aparcamos, abro la sesión de la parada y voy colocando en los expositores las novedades que he subido. Van llegando los usuarios, primero vienen adultos: se llevan música, libros, películas… Algunos son los padres de  los niños que vendrán después y aprovechan el momento de tranquilidad para poder escoger documentos relacionados con sus aficiones.
Charlamos sobre algunos libros que han leído, les comento algunos de la misma temática que les pueden interesar. Tengo un usuario que es restaurador de arte es veneciano, habla un perfecto español y charlamos sobre Palladio, el arquitecto.
A la una salen los niños de la guardería, vienen acompañados por sus padres, se dirigen a la sección infantil los padres son quienes seleccionan los cuentos. Sientan a sus hijos en el suelo y les muestran los que van eligiendo, algún niño hojea libros o los coge directamente de la estantería, mostrándoselos a su madre o padre.
Un padre selecciona libros para su hija de 2 años y encuentra uno que se titula “Tengo pipí”. Quiere leérselo a su hija; se sientan en la zona infantil y se unen a ellos el resto de los niños, que se quedan boquiabiertos escuchando al papá contar el cuento. Al final se lo lleva junto con otros tres. El préstamo del bibliobús permite llevarse  3 libros, 3 audiovisuales y 1 título de revista durante 15 días, pudiendo renovarse otros 15 días más.
12:30. Salimos hacia la siguiente parada, Sevilla La Nueva. Mientras, en el camino, aprovecho para hacer nuevos carnets cuyas solicitudes me han entregado en esta parada y los préstamos asociados a esos carnets.
13:45. Llegamos a la parada, situada en la puerta de un colegio. Es el horario de comedor; antes de que los alumnos salgan de comedor, van llegando los niños que regresan de comer en casa con sus padres, escogen tranquilamente. Luego llegan los alumnos que han permanecido en el colegio; vienen con una monitora y van entrando por cursos.
14:30. Salimos a la parada de la tarde y sigo aprovechando la ruta para hacer los carnets de las solicitudes que me han ido entregando.
15:00. Aparcamos… y a comer. En media hora ya he comido y aprovecho para colocar algunos libros que han dejado los niños del colegio de la parada anterior. También repaso mis clases de teoría musical, solfeo….Hay que aprovechar el tiempo… ¡qué es tan escaso!
16:10. Abrimos la parada, esta vez casi todos son adultos. Llega primero un usuario a quien le gustan las revistas de informática y los libros de astronomía y ciencia. Después, varios usuarios y establecemos una tertulia sobre novela histórica egipcia y novela negra; cada uno recomienda los libros que le parecen interesantes.
Algunos usuarios me devuelven los libros del club de lectura y me comentan que para la próxima visita les proporcione otro de los títulos. Una de ellas es la coordinadora del club, que me entrega las conclusiones que han extraido de la lectura del libro.
[Inciso. Los bibliobuses promueven un club de lectura: proporcionan los libros - hay 30 ejemplares de cada título- y también se encarga de realizar una guía de lectura para los participantes y otra para la coordinadora. También proporcionamos el local, previo acuerdo o con el Ayuntamiento o instituciones locales. Es una manera de fomentar la lectura y de hacer comunidad entre los lectores, uniendo personas que comparten los mismos intereses y debaten sobre una lectura.]
17:05. Aprovechando un momento en que no vienen usuarios, selecciono libros para retirar del bibliobús al fondo común y dejar espacio para los libros nuevos que se han adquirido. Les cambio la ubicación en la base de datos y los coloco en el carrito para, al día siguiente cuando llegue al trabajo, bajarlos y colocarlos en el depósito de libros.
A última hora vienen más usuarios: uno se decanta por la novela negra, otra es entusiasta de Lorenzo Silva y otra de Hobny, Meyer...
17:30. Cerramos la parada y nos dirigimos a Madrid.
18:00. Llegamos a las oficinas y aparcamos el vehículo. Cojo el portátil y lo conecto
a la red para que mañana esté cargado.
Restauro algunos libros deteriorados y, sobre todo, cajas de CD, que se rompen a la mínima en cuanto alguien las deja caer al suelo, ¡zas!, siempre por el mismo sitio.
18:20. Regresando a casita.
18:40. Llego a casa, saludo y charlo sobre el día con la familia y tomo un refresco.
19:20. Salgo para ir a la Escuela Municipal de Música: dos horas de entonación, dictados, ritmo, teoría musical, practico la teoría del circulo de quintas¡¡….
21:40. Llegada definitiva a casa. Cena, ratito con la familia hasta las 22:30. Acuesto a mi hija con la que charlo un poquito para que se duerma.
22:30. Enciendo el ordenador y ¡hala! a buscar información sobre bibliotecas móviles y bibliobuses.
Selecciono la información más interesante para poder informar y difundir el contenido en la página de ACLEBIM en Facebook. ¡Y también para estar yo misma al día!
1:00. Cierro ordenador y me dirijo a cerrar también mis ojos, para descansar, cargar fuerzas y comenzar otro día más.

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